El suceso de la fragata Ertugrul en los inicios de las...

Notas: Bibliografía
Resumen: En este artículo se analiza el hundimiento de la fragata otomana Ertugrul frente a las costas de Japón en 1890 y las consecuencias que esto produjo en las relaciones diplomáticas entre Japón y Turquía. La Restauración Meiji supuso una apertura del país al resto de las naciones del mundo. Tras unos tímidos contactos realizados por legados japoneses, fue enviado a Estambul el primer establecimiento serio de estas relaciones. diplomáticas, culturales e industriales entre ambos países. Así, surge la respuesta de fraternidad del emperador turco a Japón. Para tal viaje se eligió al comandante Ali Osman Bey; el barco encargado de llevarlo a Japón fue la fragata Ertugrul, que zarpó en julio de 1899 rumbo a Japón. Desde su salida del puerto su camino fue una sucesión de desgracias, lo cual causó que el viaje se extendiese durante más de un año. La estancia de la tripulación turca en Japón fue muy interesante; tras varias entrevistas de cortesía, con las que se pretendía establecer los pilares entre el pueblo turco y el japonés, la fragata inició su viaje de regreso el 15 de septiembre de 1890; también el viaje de vuelta fue una sucesión de calamidades; una fuerte tormenta hizo que el barco se desintegrara en las costas de Wakayama; esta crónica conmovió a los japoneses y el gobierno ordenó repatriar a los pocos supervivientes. Entre los japoneses de la zona próxima al hundimiento surgió el respeto hacia los turcos, y se les empezó a ver como aguerridos hombres de mar. Así, se crea un cementerio para albergar los restos mortales de los 150 marinos turcos que pudieron ser rescatados del mar. La historia de la fragata Ertugrul sigue estando viva en los corazones de muchos japoneses y turcos que, cada cinco años conmemoran su naufragio, con la presencia de autoridades turcas y niponas.