Uso del georradar en aplicaciones militares, caso...

Notas: Resumen: Este artículo estudia la técnica del georradar, algunos principios básicos del método, junto con las ventajas, limitaciones y aplicabilidad del mismo. Para ilustrarlo, se incorpora un caso de estudio de detección de túneles subterráneos, que incluye la localización y caracterización geométrica, además del empleo de técnicas de visualización 3 D para una mayor comprensión del espacio ocupado. La técnica del georradar o radar de subsuelo se puede considerar una técnica de teledetección relativamente reciente, a pesar de que la teoría que rige sus principios de funcionamiento fue desarrollada a finales del siglo XIX. En la actualidad, la aplicación del georradar como técnica no destructiva se presenta como una metodología prospectiva ampliamente reconocida dada su idoneidad en diversos campos de estudio: Geología, Arqueología, Hidrología, Glaciología e Ingeniería Civil. Uno de los campos en que más ha evolucionado la técnica es en la detección de minas y explosivos enterrados. El Georradar es una técnica no destructiva orientada al estudio del subsuelo superficial y que se fundamenta en la capacidad de las ondas de radar de baja frecuencia para propagarse a través de medios poco conductivos. El método utiliza una antena emisora para dirigir pulsos electromagnéticos de 1-20ns de duración hacia el interior del terreno; este frente de ondas es parcialmente reflejado al encontrar un cambio o una discontinuidad de material en el subsuelo, pudiendo ser detectado en la superficie mediante una antena receptora dispuesta a tal efecto. Algunas de las aplicaciones más comunes dentro del ámbito militar donde el georradar ha demostrado ser una técnica de gran utilidad son: detección de minas y explosivos enterrados, detección de plumas de contaminación, localizacioón de bidones y/o depósitos enterrados, localización de estructuras enterradas, posicionamiento de túneles y/o galerías subterráneas, etc. El ejemplo ilustrativo que se presenta en en la detección de túneles subterráneos. Se hizo una prospección con georradar en las instalaciones de la Escuela Naval Militar de Marín, en donde se conoce la existencia de un túnel subterráneo. Para llevar a cabo el estudio georradar se utilizó un sistema RAMAC/GPR de la compañía Malà Geoscience.