Las buenas costumbres y el orden público en el reinado de...

Notas: Se comenta, con motivo del aniversario de la muerte del rey Carlos III, una faceta de su reinado, el orden público y el interés del monarca por mejorar las buenas costumbres. Cuando llega a España en 1759, desde la apacible Nápoles, se encuentra un país anárquico, relajado, de reyertas callejeras, majas, chisperos, escándalos, desafíos. La corte era lugar de confluencia de ociosos y vagabundos. Carlos III dictó rápidamente numerosas disposiciones para evitarlo y volvió a poner en práctica las existentes. Publicó una pragmática para el mantenimiento del orden, revitalizó el Cuerpo de Inválidos, creado por su padre Felipe V; para la vigilancia, funda la milicia urbana, los alcaldes de cuartel y de barrio, especie de jueces de instrucción, los corregidores y Alcaldes Mayores. Para mejorar las costumbres reguló el uso de armas, los alborotos populares, los juegos, la vagancia, los actos religiosos, el teatro, los embozados y los gitanos. Al morir el rey, Madrid tenía aire de gran urbe y al menos la inquietud y el desorden habían desaparecido de las calles.