Niños de Rusia, hijos de aviadores de la República

Notes: Resumen: Este artículo trata sobre las biografías de los hijos de los aviadores republicanos que combatieron en la Guerra Civil española. A mediados de 1937, cerca de producirse el desenlace final de la Zona Norte que separaba en bando nacional del bando republicano, fueron enviados a Rusia contingentes importantes de niños asturianos, vascos y cántabros, y en menor medida, de otros lugares de la España republicana como refugiados. Fueron en total casi tres mil, aunque la cifra es controvertida; entre ellos unos mil niños eras asturianos, mil doscientos vascos y algo menos de otras provincias; en algunos casos eran grupos formados por cuatro, cinco y hasta seis de la misma familia; tenían entre cuatro y doce años de edad y casi siempre permanecían agrupados por núcleos familiares. Sus orígenes estaban, casi en la gran mayoría, en núcleos de población grandes, donde vivían mineros, trabajadores u obreros de las áreas fabriles del norte de España (Somorrostro, La Arboleda, Baracaldo, Portugalete, Sotrondio, Mieres y Langreo; Torrelavega y alrededores de Santander). En Rusia les esperaban profesores y maestros españoles, residencias bien organizadas y un nivel de vida bastante bueno hasta junio de 1941, cuando la invasión nazi acabó con la mayoría de las comodidades. En Noviembre de 1937 y ya finalizada la guerra en el norte peninsular, se organizó una nueva expedición de niños de orígen bastantes peculiar, pues casi todos eran hijos y en algunos casos hermanos de los aviadores de la República, que confiaban en salvar de dicho conflicto y de una posguerra amenazante a sus hijos; otros eran huérfanos de oficiales represaliados y desaparecidos de forma violenta en los primeros años del conflicto. También algunos de los niños enviados a Rusia sintieron la vocación aeronáutica y trataron de hacerse pilotos; en total eran nueve los que consiguieron acceder a los cursos, y tenían al menos dieciocho años en junio de 1941.